CARTA BLANCA
(ENTITLEMENT)

Lo primero que pierdes al inmigrar es la autorización para opinar. Ningún país de acogida espera que las personas inmigrantes den su opinión sobre los asuntos políticos; esto es evidente en el hecho que no pueden votar, pero la sensación de desautorización se extiende a cualquier faceta de la vida cotidiana.
    En el laboratorio Carta Blanca tratamos de revertir esta situación, experimentando con un dispositivo de comunicación gráfica: unas grandes pancartas blancas, destinadas a recoger y amplificar diversas opiniones expresadas por nuestro grupo motor —compuesto por madres de la Escola Prat de la Riba de Reus, un colegio de “máxima complejidad” (eufemismo para referirse a una mayoría de estudiantes inmigrantes).
    En el laboratorio, tratamos de reactivar esa “autorización perdida”, indagando en los relatos vivenciales de las participantes. No obstante, y esto es importante, esquivamos deliberadamente el habitual “relato de frontera” para enfocarnos en el momento primigenio de imaginación radical: cuando, estando aún en su país de origen, proyectaron una vida mejor en Europa.
    La "imaginación radical" se refiere a una forma de imaginación que sirve para crear nuevas realidades desafiando a la lógica y los límites de la realidad existente. Es una capacidad de pensar y crear “de la nada”, como si la realidad pudiera ser moldeada desde cero; y que en este laboratorio entendemos implícita en la pulsión de migración.

The first thing you lose when you inmigrate is the entitlement. No host country expects migrants to give their opinion on political matters; that is obvious in the fact that they can't vote, but the feeling of being disenfranchised extends far beyond that, permeating every facet of daily life.
    In the Entitlement laboratory, we tried to reverse this situation, experimenting with a graphic communication device: large white banners designed to collect and amplify diverse opinions expressed by our core group—made up of mothers from the Escola Prat de la Riba in Reus, a school of “maximum complexity” (euphemism to refer to a majority of inmigrant students).
    The aim was to reactivate that “lost entitlement” by exploring the participants' lived stories. However, and this is important, we deliberately avoided the usual “border narrative” to focus on the initial moment of radical imagination: when, still in their country of origin, they envisioned a better life in Europe.
    “Radical imagination” refers to a form of imagination that serves to create new realities by challenging logic and the limits of existing reality. It is the ability to think and create “out of thin air,” as if reality could be molded from scratch; and in this laboratory, we understand it to be implicit in the migratory drive.